Leídos con mucho gusto

Ray Bradbury. Borracho de escritura

“En mis viajes he aprendido que si dejo de escribir un solo día me pongo inquieto. Dos días y empiezo a temblar. Tres y hay sospechas de locura. Cuatro y bien podría ser un cerdo varado en un lodazal. Una hora de escritura es un tónico”Bradbury

Así describe Ray Bradbury su relación con la escritura en uno de sus libros, no ficción, “Zen en el arte de escribir” (Minotauro). Una “autobiografía” de su imaginación, de cómo nacían sus cuentos, relatos y novelas, o de cómo alimentaba La Musa y la conservaba. Y debía conservarla bien porque las ideas se le presentaban en cualquier momento y luego las convertía en esas joyas que nos ha dejado. “Estamos en un proceso móvil. Entonces no hay nada que fracase. Todo continúa. Se ha hecho el trabajo. Si está bien, uno aprende. Si está mal, aprende todavía más. El único fracaso es detenerse”.

Que quede claro que no es un manual para escribir, pero sí da buenos consejos al escritor. Ya en el primer capítulo, “la dicha de escribir”, señala que los dos elementos más importantes del carácter de un autor son garra y entusiasmo.

Y es precisamente entusiasmo lo que se respira entre líneas, en su trayectoria,  a pesar de las dificultades para un autor joven (como ocurre en la actualidad). Desde las económicas a los rechazos editoriales, aunque ahora resulte difícil de creer, “Crónicas marcianas” fue rechazada muchas veces. También cuenta que Fahrenheit 451, una de sus obras más famosas publicada en 1950, le costó escribirla nueve dólares con ochenta centavos. Para escribirla con tranquilidad se fue a la biblioteca de la Universidad de California (por entonces vivía con su familia en Venice, California). “En el sótano de la biblioteca había una docena de máquinas de escribir que se alquilaban a diez centavos la media hora… uno se ponía a escribir como un salvaje para terminar antes de que se agotara el tiempo…”

El libro está lleno de anécdotas y frases que encantarán a coleccionistas. A mí me gusta ésta: “Uno tiene que mantenerse borracho de escritura para que la realidad no lo destruya”

En cuanto a las obras de ficción, con mucho gusto he leído buena parte de ellas, aquí os dejo la foto, aunque mis preferidas son “La feria de las tinieblas” y “Crónicas marcianas”. Esta última no está en la foto, es lo que pasa cuando prestas libros y no los devuelven.