Hace treinta años que se publicó el libro por primera vez, uno de los primeros de Emma Cohen. Me sorprendió gratamente la forma de contar la historia de esta adolescente y el entorno tan agreste en el que se desarrolla.
Es una historia que atrapa desde el principio y va aumentando en intensidad hasta un final inesperado.
Julia va a reponerse de una conmoción cerebral por un fuerte golpe a la finca de sus abuelos, El Tremolar. “Son tierras negras, negras y amargas. ¿Te has fijado alguna vez en los ojos de tu padre, en los tuyos? Pues son así” De esta forma describe el lugar la Nana que la acompaña, un lugar que desde el primer momento rezuma odio, venganza, secretos y también amor.